Lectura Capítulo 1 "Sho-shan y la dama oscura

Entrevista con Murasaki Fujita, mangaka mexicana

Por: Gilberto Vélez
Murasaki Fujita es mexicana, de origen chino... pero japonesa por convicción. Su afición por los cartones animados, muy concretamente los llamados anime, empezó siendo una nena de tres años. Tuvo su iniciación en este campo con Dragon Ball, de la que hoy que tiene 15 años continúa siendo fan, aunque también se sigue entusiasmando con otros animes de su más tierna infancia como Digimon. Por supuesto, hoy que es una jovencita sus gustos se han vuelto eclécticos pues también es admiradora de Trinity blood, Elfen Lied, Helsing y Evangellion, "los únicos animes que no "trago", creo que porque me parecen excesivamente cursis, son Los caballeros del zodiaco y Sailor Moon", declara con una ostentosa mueca mientras da los toques finales a su propia versión de Digimon.
Murasaki Fujita nació el 17 de febrero de 1994, en Hermosillo, Sonora. Es del signo Acuario. Ella misma parece un anime con sus enormes ojos, su forma de hablar tan locuaz y sus piernas larguísimas y muy delgadas. Está orgullosa de ser la única chica que conoce que se ha vestido de Pancho Villa para celebrar sus quince años ("soy rebelde y revolucionaria"). Entre sus ocurrencias está un manga de la novela de Mariano Azuela, Los de abajo que hizo porque esa novela le gustó mucho y para hacer que sus compañeros de la escuela se interesaran en leerla. Su dios, claro, es Akira Toriyama, creador de Dragon Ball, pero también admira a Roahl Dahl, Bernardo Fernández (BEF), Banana Yoshimoto y Mario Bellatin.
¿De dónde parte la idea de escribir Sho-shan y la dama oscura en co-autoría de tu mamá, la escritora Eve Gil?

Mi mamá, como todas las mamás, se mortificaba de que pasara demasiado tiempo frente a la televisión, aunque ella reconocía haber sido fanática de los animes de la época en que era chiquita, como La princesa caballero y Heidi. Sin embargo, como es una mamá muy alivianada y veía que todo mundo alababa mis dibujos, incluyendo los dibujantes profesionales, empezó a motivarme para seguir adelante. Todavía no expongo de manera individual, pero participé de una exposición de manga y anime en el Claustro de Sor Juana donde me permitieron codearme con profesionales. Yo acudí disfrazada de Gran Sayamán y a mi mamá, en broma, le decían "Milk", que es la mamá de Gohan, de Dragon Ball. Creo que de ahí surgió un poco la idea de escribir la novela, aunque el argumento fue surgiendo de manera paulatina.

Háblanos un poco del argumento de la novela....

No puedo revelar mucho, pero te cuento que trata de una madre que tiene dos hijas muy especiales, una artista del manga-que está inspirada en mí- y otra con síndrome de Asperger que está inspirada en mi hermanita, que tiene ese mismo problema. Casi nadie sabe qué es el Asperger, también conocido como AS, pero es básicamente una deficiencia de neuronas espejos que provoca dificultades para lograr empatía con los demás, razón por la cual los niños AS son lo que llaman "desobedientes" y hacen lo que les nace, y eso provoca que les echen la culpa de todo lo malo que sucede a su alrededor. A partir de una mala experiencia de mi hermanita en la escuela, mi mamá tuvo la idea de escribir sobre una niñita AS que mata accidentalmente a su mejor amigo, cosa que puede ocurrir, no solo con niños de estas características, sino con cualquiera... los niños no miden el peligro y se dejan arrastrar por la fantasía, y eso puede meterlos en graves problemas.

¿Qué otras cosas inspiraron a tu madre para escribir esta historia?

Pues nos pusimos juntas a ver un montón de animes y ella fue tomando nota de muchas coincidencias que veía en todos ellos, por ejemplo, el tema de la posesión. Si te fijas, en todos los animes los buenos son eventualmente poseídos por una fuerza maligna, nunca es al revés. Si los malos se vuelven buenos es por convicción y no porque un ángel los haya hecho entrar en razón, pero los buenos se vuelven malos contra su voluntad. Ella creyó que esto tendría algo que ver con la cultura japonesa, que estudió exhaustivamente para que la novela tuviera un fuerte peso cultural y pareciera un manga "de verdad" y no una copia barata. Investigó todo lo que tiene que ver con el arte manga y con la cultura japonesa en general, le llamaban la atención ciertos rituales y ademanes y no descansó hasta descifrarlos. La novela no solo es una aventura divertidísima, también posee elementos culturales de mucho peso.


¿Y tú la auxiliaste en la investigación?

Sí, porque se supone que soy la experta (ríe), aunque la verdad yo desconocía muchas cosas del arte manga hasta que lo estudié junto con ella. Los mexicanos se asustan mucho con este arte -porque es un arte- porque no comprenden la cultura japonesa... eso es todo. Para los japoneses, por ejemplo, los niños tienen tanta responsabilidad e importancia como un adulto, ya no digamos un anciano. Los niños menores de cinco años y las personas mayores a partir de los sesenta son considerados sagrados, y en la novela aparece una niña de cuatro años, que es Cho, y un anciano venerable que es Arigato Sensei.

¿Se inspiraron en algo en particular?

Bueno, pues a mi mamá le impactó muchísimo Elfen Lied, que es un anime totalmente atípico... según lo define ella, es como ver a Heidi matando gente (ríe), y sí, con ese anime te asustas horrible y también lloras un montón, es tan tierno como violento, hay quienes lo califican de "gore", y sí, sí lo es... pero también es de una belleza sublime. Artísticamente es lo mejor que se ha hecho en toda la historia del anime. Es un poco como "El laberinto del fauno", que tiene un lado infantil y maravilloso y otro terriblemente cruel. Eve quiso que "Sho-shan" fuera un poco así, aunque no tanto. En nuestra novela el dilema es: si tu madre es la mejor madre del mundo, pero resulta que en el pasado fue una asesina desalmada, ¿continuarías amándola? (además, acá entre nos, mi mamá adora a Guillermo del Toro tanto como yo a Toriyama y por eso incluyó una mariposa, porque a del Toro le gustan los insectos)

¿Tus personajes son japoneses?

No todos... sin embargo, muchos animes están ambientados en otros países, por ejemplo: Meteoro es, se supone, gringo... Trinity Blood y Hellsing transcurren en el Vaticano; Heidi en Suiza, Sandy Belle en Inglaterra; Dragon Ball en China... Sho-shan transcurre en México, pero Murasaki es china (no puedo decirte por qué tiene nombre japonés, que en realidad es un apodo, eso lo tienen que descubrir los lectores) y Dagmar, la madre, ni siquiera sabe de donde viene. Pero hay algunos personajes japoneses como Arigato Sensei y Junzaburo Kunikida.

¿Habrá una segunda parte?

Es muy probable que sí... pero si la hay, será totalmente japonesa, excepto por Cho y Murasaki, claro...

Por supuesto ya decidiste que serás de grande...

Esto que soy, mangaka... sueño con realizar el manga y el anime de Sho-shan y la dama oscura, pero la historia original es de mi madre. Ambiciono escribir mis propias historias...