Lectura Capítulo 1 "Sho-shan y la dama oscura

La ley de Sho-shan

Por: Norma Lazo*
Tomado de M Semanal del periódico Milenio
Ilustración: Amy 012
Nota: la reseña forma parte de una interesante disertación de Norma Lazo titulada La Ley donde analiza cómo se le confronta a esta tratándose de defender las diferencias propias de las minorías o los derechos de cada uno sobre su propio ser. A una Ley que garantizara el bienestar y los derechos de tales individuos, pudiérase nombrarle "La ley de Sho-shan"
Sho-Shan y la dama oscura, nueva novela de Eve Gil, coloca a los personajes, sin que éstos lo sepan, frente el dilema de cumplir la ley o la Ley. La historia narra la vida de dos hermanas que tienen la fortuna, o el infortunio, según se vea, de crecer en el seno de una familia diferente. Lu, la pequeña, padece Síndrome de Asperger. Violeta, la mayor, vive en un pequeño Japón que su madre desmemoriada ha creado. La novela posee lo mejor de los buenos libros: momentos conmovedores que abren una puerta a la reflexión y una prosa fluida, transparente, que se concentra en contar bien una historia. Sho-Shan… está narrada en varios niveles y cada subtrama es fundamental para entender el conflicto medular que vive esta familia: la tragedia que significa una muerte.
Si bien el libro atrapa desde la primera página y no se puede soltar hasta saber qué es lo que sucede en ese universo en el que los dibujos de manga y la realidad se confunden, lo más atractivo es el discurrir latente sobre la Ley y la ley sin caer en un discurso panfletario, sentimentalón o moral. Dagmar Obscura, la madre de las niñas sui generis, parece abstraída en un mundo propio. Se mantiene ajena a las discusiones ordinarias de madres sosas que se sienten satisfechas intrigando en perjuicio de un par de niñas inocentes o agradecidas por tener hijos ñoños e insufribles que marchan obedientes por el camino más concurrido, que no por ello el mejor. Por el contrario, Dagmar aviva un espacio de fantasía y creatividad en el que sus hijas pueden intuir, sin haber escuchado una sola frase aleccionadora o cargada de superioridad moral, qué es aquello que la Ley demanda.
Una de las raíces más fuertes de la novela, en mi subjetiva lectura —¿hay otra?—, es sin duda el poder que la ficción tiene para fabular aquello que nos atañe, hiere y lastima. La vida es dura y tiene como fin la nada. Por eso el arte y la literatura dotan de sentido al dolor y al sufrimiento —sin manipulaciones religiosas— y permiten ver de frente la tragedia sin que ésta logre convertirnos en piedra. La singular familia de Sho-Shan sabe de la tragedia: la madre desmemoriada fue prácticamente destrozada en la Plaza Tiananmen en 1989 mientras formaba parte de las protestas estudiantiles. La pequeña Lu, sin saber medir sus poderes, asfixia a su amiguito Toto mientras intenta defenderlo de un demonio que lo acecha. Violeta, la narradora, tuvo que crecer con el mote de Hija de lechero chino por sus marcados rasgos asiáticos a pesar de apellidarse Monsalve. Todas ellas sufren la discriminación y la violencia que la ley permite y, con todo, las tres saben que la Ley es la que manda. La familia Monsalve vive en medio de una sociedad que los tilda de anormales y perjudiciales, que es la misma sociedad que cree que normar conductas es el camino a la seguridad social y el progreso, lo cual ha resultado ser más dañino que benéfico… pero eso es otro texto.
Sho-shan… nos introduce en una historia en la que lo que menos importa es dilucidar si lo narrado es realidad o ficción, si estamos ante la historia de las hermanas Monsalve o si ya entramos a la región del manga en la que Murasaki y Cho tienen superpoderes. Tampoco importa el vértigo que provoca la lectura porque ardemos en deseos de saber qué sucederá a la página siguiente. Lo más relevante de la nueva novela de Eve Gil es sin duda la forma lúdica, conmovedora y nada escrupulosa con la que se puede fabular los entresijos entre la Ley y la ley.

*Norma Lazo, narradora y ensayista, autora, entre otros libros,  de la novela ganadora del Premio Fuentes Mares 2008 El amor es un triángulo equilatero (Cal y Arena 2007). Su más reciente obra es El dilema de Houdini (Mondadori, 2009)

La inquietante ficción de lo real


Por: Carolina González Alvarado
Originalmente publicado en Semanario Ocho-80 de la Universidad Iberoamericana
¿Alguna vez te has despertado con la extraña sensación de que habitas en un sueño, o bien, que las vivencias oníricas experimentadas hace unos momentos eran más reales que el amenazante despertador sobre la mesita de noche? Son precisamente estos instantes, breves más no por ello menos intensos, en los cuales la realidad –o al menos eso a lo que nos aferramos en llamar de ese modo– parece descolocada, fuera de lugar, en los que la obra Sho-shan y la dama oscura de Eve Gil, se articula.
Enmarcada por un escenario citadino y actual, la obra es narrada por la voz de una joven que traduce sus viejos dibujos en palabras, en un testimonio que no se limita a realizar un recorrido lineal por el pasado sino que habita un espacio donde la imaginación es capaz de crear situaciones en las que, incluso, los individuos más normales podrían vivir los sucesos más extraordinarios.
Esta novela introduce al lector en un fascinante universo donde todo se convierte en una acuarela colorida y luminosa pues el espacio de lo cotidiano se transforma y la imaginación, el juego, aquello que podría ser una forma de evasión, en realidad es una estrageia para enfrentar la realidad y lograr entenderla.
Haciendo referencia a personajes del imaginario del anime japonés así como al pensamiento y la idiosincrasia mexicana, la novela sobrepone planos de la realidad hasta fundirlos en un tipo de escritura que introduce al lector en un juego cuyas reglas son las que ofrece el inquietante más placentero vértigo de la lectura.
La escritura de Eve Gil, como la imaginación, produce lo que no está, lo que no es palpable, lo que escapa a lo tangile. Aquello que se desliza por nuestra mirada pero que, como una gota de lluvia a través del cristal de una ventana, hace presente lo imposible y lo vuelve real.
La escritura de esta autora produce experiencia, crea voces, pasos, atmósferas y texturas. Espacios que no se ven pero que existen y son presencia, trazo, pintura, voz hecha imagen. Sho-shan y la dama oscura expone pinturas coloridas, dinámicas, cómicas a veces que, al estilo de las caricaturas japonesas, disfrazadas de simplicidad y gracia, presentan una forma de observar y comprender el mundo.

Con esta obra, Eve Gil Pues hace uso de los recursos de la ficción para construir una obra propositiva que consigue dislocar las nociones de realidad y simulada ensoñación para invitarnos a formar parte de ese espacio donde lo más extraordinario, aunque sea impresionante, puede ser lo más agradable.